Formamos parte de una sociedad obsesionada con la mensajería instantánea, con nuestra presencia en las redes sociales, a veces dependientes, incluso, del smartphone… sin darnos cuenta de que nuestros hijos aprenden por imitación.

Hablamos, en ocasiones, de tiempo perdido, de falta de comunicación con nuestra familia y amigos, dejando de experimentar emociones que nos ofrece el contacto personal…

Como todo, un uso adecuado no plantea problemas, pero hay que autoregularse para que no se convierte en adicción, esto es lo que proponen desde la organización PROTÉGELES, de la que ya hemos hablado en más de una ocasión, la Fundación SmileStone y la Comunidad de Madrid, que lanzaron hace unos meses en toda España la campaña «The Phonbies» (Phone + zombie) dirigida a niños y adolescentes.

Desde la página web de dicho proyecto, estas entidades proponen realizar un test, desarrollado por psicólogos expertos en adicciones, que también pueden contestar los padres, para saber cuál es nuestro nivel de “phonbificación”, además de ofrecer pautas para descubrir si tenemos un problema y cómo afrontarlo.

Además de esta herramientas, existe también la aplicación “FaceUp”, del Instituto Psicológico Desconect@, que nos permite conocer nuestro nivel de dependencia del smartphone, y que propone, en caso necesario, ponerse a «dieta digital» pactando un tiempo de desconexión cuando estamos con los amigos, por ejemplo. Con este app podemos comprobar, asimismo, nuestra evolución en el uso del móvil, conocer las consecuencias de su uso abusivo y cómo podemos mejorar nuestra conciliación.

En las pasadas fiestas seguro que hemos utilizado el whatapp para felicitar a nuestras amistades cuando, seamos sinceros, lo interesante hubiera sido llamarse o verse en persona, ¿no os parece?.